Dia XXXIV: Verdugo

"...Levantose el de entre los restos, acarreando las almas purgadas
y clamo: And Ne Forhtedon Na!..."

Con un esbozo de sutil sonrisa, tan simplemente corroida, Nadghilyam, el primero de primeros, unico en su temple, emergio triunfante.
Sin inmutarse siquiera envio un mensaje a su hermano:

"He venido, a travez del pecado
Alimentandome de tus peores miedos
Y la forma conseguida
Me es exquisita.

Tanto tiempo ha pasado
Sangre de mi sangre,

En tu epitafio viviente
Te he observado,
Contemplado con la atencion de un cazador,
Y encuentran mis ojos
Tan placenteros
Tus porvenires.
Lo que fue dicho se concreta,

Lo que fue escrito se forja
Lo que fue pensado se solidifica.

He venido a cosechar
Los frutos de una maldicion."

Dia XXXIII: Amok

Viento que circula entre espacios cerrados,
Bajo los techos abatidos.
Sonido resistente que acecha
A esos idolos solidos.
Una rafaga helada de detrimento
Dejando su huella.
Cuerpos, insanidad, cuerpos,


[Aullan]


En ese punto del tiempo y el espacio, ese vortex gutural, aun reside una existencia.
Los vientos volvieron a respirar, aun persiste la forma espectral del desaparecido. Y no pueden perdonar, si es que acaso deberian hacerlo.
Viajando desde los infimos parajes de nubes contaminadas hacia la morada del corazon, en pos de lograr una semejanza. La ira, la frustracion, todo el poder contenido y desvirtuado.
Ese portador estalla, se desprende de sus puntos de apoyo y deja escapar las filosas corrientes que lo abrigaban. Es un cuerpo desecho, ya no tiene una forma concreta, ya no se posee.
Los vientos descendieron sobre la ciudad, estallaron vidrios, arboles se volcaron, personas salieron despedidas por los aires y sin embargo, a pesar de todo esto, la respuesta requerida no fue encontrada.


[Fragmento]

...Eres un desaparecido, no existe, no tienes identidad, poseemos tus bordes. No te buscaran, a los muertos se los lleva el viento. Para siempre, ante estas paredes permaneceras, no hay salidas, no hay perdones. Es definitivo lo que aqui se sella...


[Ariel]


Se desperto con un penetrante dolor de cabeza, totalmente herrumbado. No era sabio abocarse a los escapes malsanos, no lo era, pero era placentero hasta cierto punto. No le habian gustado todas esas miradas, todos esos ojos inquisitivos. Sabia que estaba desenterrando algo mayor, pero se lo debia, a si mismo y a él. Luego del encuentro con esos desagradables inquisitores habia ido a deambular por la ciudad, llego a volver al lugar del desastre, y eso solo abrio viejas heridas y perforo nuevos malestares. En donde se halla el final?


[Dolor]


Entre los sintomas, las escaleras hechas de sangre, los muebles latentes, un preconcepto, heridas ajenas, propias, repulsivos tentaculos, magma putrefacto, en las visceras, en las entrañas, ahi, y no en otros lados, no de otra forma, muy incisivamente, muy peligrosamente, no reside, pero cohabita.