Dia XXII: La caida

Ad Memorian...


Primero fue formandose el nucleo, un sol diminuto hecho de energia que iluminaba lo que lo rodeaba. De este sus brazos, tentaculos de fuego, se extendian sin restricciones. Esta libertad fue lo que lastimo a ese pequeña estrella. Dias y noches se sucedieron y los mas despiados frios lo azotaron, de un ojo semi-abierto cayeron 3 lagrimas. Lagrimas rojas, lagrimas de fuego. El suelo fue purificado, santificado con la presencia de ese dolor unico. Las gotas que descendieron se solidificaron al caer y sobre ellas se desplomo el sol. Un cadaver incandescente deshecho.
El silencio y los años se encargaron, de alli nacio, firme y erguida, de las tristezas de un hermitaño en el desierto. El fuego primal que se deformo en tangibilidad abriendo paso a nuevos significados.
Pilares ennegrecidos, hechos de brazas y cenizas, Paredes al rojo vivo que se fueron enflaqueciendo con el correr de los años.
Y fueron los años y sobre ellos ascendio una nueva nova. Un enigmatico fantasma blanco que crecia y crecia para reemplazar lo desaparecido. Bajo este nuevo ente, las viejas ruinas prontas a convertirse en ocultas memorias hallaron una nueva metamorfosis. Sin espera alguna perdieron todo color y se volvieron cristal puro. Un cristal que podria combatir ese usurpador en el cielo. Lentamente empezaron a reflejar lo que percibian. Tuvieron conciencia de si mismas, actos inteligentes y calculados, se proveyeron de un significado y luego callaron. Se encerraron en si mismas y los espejos fueron su unica palabra. Asi nacio, latiendo, un camino en medio del mundo hacia las entrañas de un enigma.