6/20/2006

Dia XVI: Un cuarto hecho de espinas



Izquierda, rincon, sonido, pisada, rastro, ver, accion, desechar, investigar, comprobar, derecha, tristeza, sentimiento, re-accion, conocimiento, sistema, guia, punto de inicio.


Abductores, ellos llaman por ti en la noche...


Sobre la altura distante, la ventana que exhala luz, rayos subitos, desincronizados, necesidad que late.
Sublevado ante el yo supremo, encerrado, prisionero, maniatado, un final usual.
Las articulaciones gritan con el estimulo del detrimento. Caminar de un lado a otro en una senda infima. Pero ni siquiera eso es concedido. Todos los musculos se hallan deteriorados, solo se logran movimientos inperceptibles, un leve temblar. Las punzadas en mi pecho nunca cesan, se repiten una atras de otra, persiguiendose, persiguiendome. Cerca de los tobillos las primeras espinas se alzan, una logro raspar la piel y abrir una puerta hacia la carne corrupta. Un rio inerte se congela en su existencia carmesi. Algunas otras solamente sirven para flanquear este objeto en que me converti. Cada dia se alzan mas, potentes en su deseo de herir, Cerca de mi mano una hilera esta siendo construida, 1, 2, 3, mas, muchas, crean un sendero, el sendero que seguira la muerte cuando me venga a buscar.

Idealizar, repara, concebir, engranaje, repeticion, complejo, subliminal, mecanico, liberal, sociedad, sonido, temblor, miedo, terror, 1, continuo, 2, obligacion, 3, volver, los fragiles mundos que colapsan...


1 comentario:

Unknown dijo...

no soy tan poeta pero...

Acaso soy el único que ve su pelaje engrasado en la oscuridad?
Brilla a la luz de la noche. Su cuerpo atacado por la furia, sus extremidades impacientes.
El buen cazador espera, espera y aclara sus sentidos. Se regocija en tu inocencia, se relame en tu soledad. Sus ojos no parpadean.
Espera.
Te das vuelta y esa es la señal. Necesitaba que lo mires a sus ojos y sientas el panico y la inmovilidad de su inexacta presencia. Se abalanza sobre ti. Muerde la deliciosa carne en tu cuello. Se estremece. Te salpica con tu propia vida. Mira al cielo y grita.
Es lo último que escuchas.