Dia IV: De los espejos que no miran

Dificil como pueda ser, los ojos no dejan de observar, las pupilas se dilatan o se contraen, se mueven inquietas. Que vemos cuando vemos? Es la luz que se refracta, lo que percibimos?
Mas alla del Cristal, que queda de nuestras miradas?


Es dificil diferenciar, lo que mis sentidos captan y lo que en verdad sucede, cuantiosas veces, ni siquiera puedo diferenciar las estaciones, todas las noches son frias para mi aun cuando despierto bajo las frazadas, con la cabeza aturdida, somnoliente aun.
Las ventanas siempre estan cerradas, para no dejar escapar el calor. La casa, totalmente vacia se alimenta de la falta de sonidos. Que hay detras de lo que veo?
El sol parece brillar, pero aqui los dias siempre son grises, incoloros.
Algunos rayos bastantemente disminuidos logran entrar y alumbran rincones separados, la ropa se amontona al lado de una silla, los papeles se disperan, todo, absolutamente todo, pierde su lugar.
Miro el reloj sobre la heladera, la misma hora de siempre, he aqui que yo debo preguntarme, cual es la ilusion?
El tiempo que vivo o el tiempo que transcurre?
Porque debe ser tan confuso?
Si intento, puedo salir al aire libre, observar el barrio, todos esos vecinos que nunca estan. No dura mucho esa falsa libertad, la casa siempre es mejor. Un resguardo, de que?
De lo desconocido, de las calles que devoran personas.
Igualmente...
Lo mas peligroso...
En otro de los cuartos, cubierto con sabanas y plasticos, aclarese, ese fue el cuarto de mis padres, el unico espejo en toda la casa, de cierta manera, prohibido, siempre aparecieron caras de terror. Yo no entendia en la epoca que el espejo podia mirar, que causaba ese miedo. Luego de muchos intentos fallidos he llegado a mirar en el, buscar lo que ausenta. El reflejo de los que se van, el miedo a dejar de existir.