Dia XI: Infierno

Las llamas ascienden en espiral, las sombras se regurgitan a si mismas. El proceso es inevitable, la destruccion se avecina, el sonido mas cercano, la muerte danzando.


Luego de escapar de la torre corriendo rapidamente me encontre en camino hacia los lindes de la ciudad, alli donde las rejas cercan las vias de algun tren desconocido. Hubiese deseado ver aparecer aunque sea la sombra de algun transporte, algo que me alejase.
Ya no quiero estar aqui, se me hace imposible, he visto la silueta, se que no habra un fin positivo. La he visto caer, destrozada, inutil. Cuan triste ha sido!
Ahora se hunde en la memoria, despojada de lo tangible, sera ese mi camino?
Por lo pronto lo importante es seguir en movimiento, los vientos aun estan intranquilos, y el dia largo sera...

No, no, dios...
Mis ojos, mis manos, deseo dormir, descansar, basta ya!
Porque han de arrebatarme hasta el ultimo soplo de energia?
Maldita sea...
En el agua mugrienta de un charco se ve a un doble mio, jovial y sonriente, los ojos ennegrecidos...
El, el volvera...
Debo buscar los retazos de lo constante.
Descansar, si, primero descansare.


Mientras el se recostaba bajo la suave sombra de un arbol, todo se hechaba andar, una maquinaria exacta, engranajes bien preparados.
Ya se ponia en marcha la ascension, un nuevo cuerpo para esa silueta.
Muchas penas por purgar, muchos muros por derribar...